HOTEL SOBRE RUEDAS EN CIEGO DE ÁVILA

Por Cristian Carlos Rojas Rosales (estudiante de Periodismo)

Un céntrico hotel de la ciudad de Ciego de Ávila “hospeda” historias aparentemente dormidas en el tiempo. Cuentan que una pareja de huéspedes se suicidó en la habitación 202, durante su noche de luna de miel. Algunos empíricos “historiadores” comentan que el esposo asesinó a su prometida y luego se quitó la vida.

Desde entonces, varios inquilinos aseguraron ver a la señora peinándose frente al espejo o sentada en el balcón. Incluso, custodios de la tostadora de café, aledaña al lugar, dieron fe de las
apariciones.

Tras el inicio de su más reciente proceso reconstructivo —relatan fuentes cercanas al hecho— se arrancó una ceiba ubicada en el patio del inmueble. Para sorpresa de los que allí laboraban, encontraron entre las raíces los huesos de un cadáver humano. Fue el miedo a las supersticiones lo que conllevó a los descubridores a echar a la basura el hallazgo, junto al resto de los desechos.

Todo ese misterio lo encierra el hotel Rueda, una edificación que en 2020 arribará a su primer siglo de existencia, aunque pesen sobre él poco más de 25 años en estado ruinoso.

REMEMBRANZAS

“El Rueda poseyó un estilo ecléctico y figuró como el más importante de la ciudad desde su fundación, hasta 1957; estamos en presencia de uno de los edificios más grandes del centro histórico urbano de la época. Su nombre se debe a quienes lo construyeron, los hermanos Rueda, y luego pasó a ser propiedad de la familia Mezquita”, rememora Adrián García Lebroc, director del Centro Provincial de Patrimonio.

“Su ubicación, en la intersección de las calles José María Agramonte e Independencia, le daba una posición privilegiada, pues esta esquina constituía, desde el punto de vista comercial, la más importante que poseía la urbe.

“Fue allí donde se hospedaron prestigiosas figuras por cuestiones de negocios, políticas o culturales, entre ellos Jorge Negrete, Libertad Lamarque, Alicia Alonso y su ballet en 1955, varios presidentes de la República y José Francisco Martí Zayas Bazán, el hijo de nuestro Héroe Nacional”.

MANOS A LA OBRA

Para los avileños y foráneos resulta llamativa esa vieja construcción al final del bulevar, la que independientemente de su historia, empaña la belleza del centro histórico. Algunas veces, parado frente a su majestuosidad desdibujada, pensé (seguro no he sido el único) que permanecería en ruinas hasta que el decursar de los años demoliera su añejo suspiro.

Hotel Rueda1Pero la realidad es otra. La Empresa de Turismo
(Emprestur), en Ciego de Ávila, decidió rescatar esa joya
arquitectónica. En el año 2010 se inició el proceso de reparación capital, mediante el uso de elementos nuevos y reutilizables de la vieja edificación. Los mayores niveles de deterioro se ubicaron en la cubierta y los entrepisos de los tres niveles, por falta del mantenimiento sistemático.

Desde ese entonces, Emprestur, dispuso de cuatro millones 52 803.73 pesos como presupuesto para la reconstrucción del inmueble, el que es propiedad de la Unidad Inversionista Inmobiliaria del Turismo, y será operado tras su culminación por la Cadena Cubanacán. Actualmente, laboran allí 30 trabajadores por cuenta propia como fuerza motriz.

Vista del Rueda, antes de la demolición parcial de su estructura

Según Loiné Quintero Valdiviés, jefe de Servicios Técnicos en la edificación, “la terminación de la primera etapa se prevé para diciembre del año en curso, en la que debe quedar listo todo lo relacionado con la parte estructural. La misma cuenta con tres niveles de nueva construcción, manteniéndose solo la fachada”.

Al frente de la fase inicial, el ingeniero Pedro Julio de la Torre Alejo asegura que una vez terminado este ciclo la obra quedará en manos de la Unidad Inversionista Inmobiliaria del Turismo en la provincia.

Hotel Rueda

Esta garantizará las siguientes etapas del proyecto como la decoración de las oficinas, las habitaciones y demás locales.

Eumelia Nurquez González, especialista en Inversiones de la
Inmobiliaria del Turismo en Ciego de Ávila, explicó que “antes del proceso de reparación al que actualmente es sometido, el hotel tuvo una fase de demolición en el que las propias personas de la calle hicieron de las suyas al apropiarse de la gran mayoría de objetos de valor existentes en el interior.

“Se decidió conservar la estructura externa y anexar todo lo demás como nueva construcción, incluyendo lo que era el complejo Los Árabes, al que los huéspedes tendrán acceso por el segundo nivel del hotel, zona seleccionada para ubicar también el área de servicios”, añadió.

Anticipó de igual forma que artistas del Fondo Cubano de Bienes Culturales de la ciudad avileña serán los encargados de realizar propuestas para el mantenimiento y conservación de la fachada, las que pasarán por un Comité de Contratación encargado de elegir la más adecuada y seleccionar los materiales que se utilizarán.

Prosiguen las faenas, aunque no con el ritmo deseado por la población

Uno de los principales aspectos por los cuales se ha atrasado todo el proceso constructivo se debe al cambio constante de los planos. Según asegura Eumelia, se planea la realización de una piscina aledaña, que no aparece aún registrada de forma oficial en ninguno de ellos.

“En uno de los nueve proyectos que se han hecho, fue incluido también El Ariete, quedando todo como Complejo Ariete- Rueda. Sin embargo este local fue asignado ahora por el gobierno a la Biblioteca Provincial.”

TESTIGOS DEL TIEMPO

Mercedes Jiménez Álvarez, vecina de la calle José María Agramonte entre Joaquín de Agüero e Independencia (justo frente a la
edificación), ha vivido 52 de sus 71 años en esta dirección. Recuerda cómo cada fin de semana degustaba sabrosos platos en el Rueda, elaborados por un cocinero al que le decían El Maestro.

“La comida era exclusiva de ese lugar, muy bien hecha. Ir allí era económico y agradable, pues existía buena atención. La escalera principal era de mármol hasta la tercera planta y sobre ella había una lámpara preciosa. Cada uno de los escalones tenía puesto ‘Rueda’ y se parecía a la del teatro Principal.”

Nancy Jorge Santana, trabajadora del restaurante La Romagnola desde los primeros años de la década del ´90, confesó que su época mejor en los servicios fue en el hotel Rueda, en el que laboró como dependienta y Jefa de Salón (en el restaurante) durante poco más de un decenio.

“El mismo estaba muy bien decorado. Tenía un piano grande hacia una esquina y sus paredes estaban cubiertas con losas chinas a un metro de alto. En aquel entonces el hotel tenía 48 habitaciones: sencillas, dobles y triples, distribuidas en las dos plantas superiores.”

UNA NUEVA IMAGEN

Nurquez González señaló que “la nueva construcción se unirá a la marca de hoteles E (Experiencia única, Excelencia en el servicio y confort, Exclusividad en diseño de la instalación, Exquisitez en la atención, Encanto del entorno), especializada en el turismo de ciudad, por lo que estamos hablando de un lugar tranquilo, donde los huéspedes podrán pasar un tiempo agradable y apacible”.

El proyecto de Hoteles E, tiene como objetivo la recuperación y restauración de instalaciones con valores patrimoniales en las principales plazas históricas de Cuba, para convertirlas en hostales, y distinguirlas todas con servicios personalizados y de excelencia. Hasta la fecha son 16 los de este tipo en Cuba que se encuentran en explotación, según el sitio web de la Cadena Cubanacán.

Cuando todo llegue a su fin, el nuevo hotel Rueda debe mostrar, una vez más, esa elegancia del primer día. Tras ajustarse a las nuevas normas de espacio habitacional, poseerá un total de 30 habitaciones, distribuidas en los dos niveles superiores; de ellas 16 serán matrimoniales, 12 dobles y dos suites. Contendrá espacio para el área de servicios, lectura, animación, restaurante, lobby y patio interior, entre otras.

Esperemos que en el tiempo previsto podamos contar con una nueva instalación, completamente remozada, constituyendo no solo un gran atractivo turístico, sino, también, rescatando un baluarte de la arquitectura de la Ciudad de los Portales.