VUELVO A HABLAR DE TI, EN UNA FECHA COMO ESTA EN QUE SE RINDE HOMENAJE A QUIENES TANTO DIERON POR LA ALFABETIZACIÓN EN CUBA.
Eras prácticamente una adolescente cuando tu ideología te llevó a aportar tus conocimientos a intrincados parajes de la geografía cubana.
En ese momento no valorabas la dimensión del peligro que te asecharía en la oriental Birama. Supiste lo que era confraternizar con tus alumnos, sin que dejara de existir el respeto por parte de los moradores de esa zona de Victoria de Las Tunas.
Esas vivencias asumidas por ti quedaron impresas en tu memoria para enriquecer tus posibles relatos cargados de inocencia, ternura, desafíos, y anécdotas valiosas.
Este 22 de Diciembre, Día del Educador, es también la efeméride dedicada a ustedes, los alfabetizadores, quienes partieron, sin miedo alguno, a sitios inhóspitos de Cuba a llevar la luz y la esperanza.
Algo más de medio siglo ha transcurrido de aquel memorable momento en que ante el llamamiento de Comandante en Jefe de la Revolución Cubana dieron un paso al frente para enaltecer la labor del maestro.
Por eso, no puedo, ni quiero, dejar de citar tu nombre, Juana Teresa Moya Peña, la jovencita que marchaba del hogar para llenarse de orgullo en una campaña vital: la alfabetización emprendida en 1961, Año de la Educación en Cuba.