Por Juana Teresa Moya Peña
El 14 de Febrero no es solo el recuerdo
al amor íntimo de la pareja,
la nostalgia de la ausencia,
los ratos felices,
las horas de insomnios y los momentos frustrados
Es también mucho más.
Es el amor a la patria,
a la familia,
a los compañeros de estudio y trabajo,
a los vecinos,
a los hermanos de lucha,
de esa heroica lucha revolucionaria
que solo existe
porque se sustenta del amor a sus hijos,
ese que nadie puede ponerle precio
porque no hay valor material para comprarlo.
Una fecha como hoy, o quizás a diario,
cuánto homenaje se le rinde a Cupido
en esta roja tierra de manto verde
cuya historia se escribe con pasión cada día,
cada hora, cada minuto
cuando manos y cerebros audaces y laboriosos
vencen difíciles batallas,
movidos tan solo por un gesto de amor.
Porque amamos la vida
hasta nacer con nuestra propia muerte,
amamos el amor,
ese que nos da fuerza
para convertir en realidad
nuestros propios sueños,
convencidos
de que solo el amor engendra maravillas
y convierte el milagro en barro.